miércoles, 29 de enero de 2014

Con la iglesia hemos topado

Esto de ver las noticias o escucharlas por la radio se está poniendo algo surrealista. La afición de los miembros del actual gobierno en apelar a los santos y vírgenes empieza a ser preocupante...al final va a resultar que nos gobierna San Judas Tadeo, patrón de los imposibles, y así nos va.

Resulta un pelín irritante que en un país presumiblemente láico se empeñen en meter a sus santos, vírgenes y demás familia en todas partes, empezando por la educación (eh, señor Wert?) y acabando hasta por la reducción del paro, que ya se sabe que la Virgen del Rocío siempre echa una mano. Rediós, lo que hay que oir.

La cuestión se pone más interesante todavía cuando vemos que la Santa Madre Iglesia mete mano en todo lo relacionado con la vida de los españolitos de a pié, incluído en algo tan supuestamente sagrado como el derecho de elección, ¿o no somos una democracia?.Y aquí llegamos a la madre de todos los desmadres, nunca mejor dicho, porque la Ley del Aborto que pretende aprobar el señor Gallardón (alias "el facha de mi hijo Albertito") pasa de castaño oscuro. No sólo nos pone al nivel de países ultracatólicos, sino que deja el papel de la mujer en mera incubadora que pierde cualquier derecho desde el mismo momento en que el palito del pis dice que está embarazada. Eso ya de por sí es una aberración, pero toma caracter de escándalo cuando se observa que son muy pocas las féminas del partido popular que se han atrevido a levantar la voz al respecto, dando por bueno eso tan bíblico de "la mujer en casa con la pata quebrada".

Me indigna sobremanera que se empeñen en eliminar el supuesto de malformaciones fetales, sobre todo viendo la atención que después dedican a los dependientes y sus familias. Recuerdo una entrevista en la que le preguntaron a Gallardón si tendría un hijo aunque supiera que iba a nacer con malformaciones graves. Él, muy digno, contestó que por supuesto. Yo personalmente pienso que la pregunta estaba mal formulada o no se la hicieron a la persona correcta. Yo hubiera optado por preguntarle a la señora de Gallardón si ella estaba dispuesta a tener a ese hijo, puesto que, salvo que Gallardón tenga un oscuro secreto que explique su obsesión por mangonear la capacidad de ser madre, sería ella quien tendría que albergar durante 9 meses a ese niño en su cuerpo, sufrir para traerlo al mundo, y luego dedicar el resto de su vida a él, que ya se sabe quienes son en mayor porcentaje los cuidadores de los dependientes.

La verdad es que doy por hecho que la respuesta sería la misma fuera quien fuera el miembro del matrimonio Gallardón que respondiera, pero seguro que ellos no tienen dificultades económicas para ocuparse de sus hijos.

No voy a ser yo quien diga qué decisión tiene que tomar una mujer a la que se le comunica que su hijo nacerá con malformaciones graves, pero desde luego, no tiene que ser un ministro o un gobierno el que decida que ese hijo tiene que nacer por decreto, menos aún, si después tienen pensado abandonar a su suerte tanto al niño como a la familia que se desvivirá por atenderle.

Lo gracioso es que los que apoyan fervorosamente esta ley ilógica son los que luego se llenan la boca criticando a los musulmanes porque su religión denigra a la mujer...lo de la paja en el ojo ajeno se les podría aplicar a las mil maravillas.

Como he leído en una pintada publicada por Julio Anguita en Facebook, "obligarnos a parir es violencia".

La religión cada uno en su casa, señores.


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