sábado, 29 de noviembre de 2014

Surrealismo puro

No sé muy bien qué pasa últimamente, pero vivo en una sensación constante de estar fuera de bolos.

Me explico. Cada día desayuno con la radio puesta, y no hay mañana en la que no escuche alguna noticia que me hace despertar de golpe. Corruptelas, estafas, declaraciones fuera de tono, acusaciones improbables, ridículos de presentadoras de televisión, políticos con la boca más grande que el cerebro, famosetes con ganas de opinar que acaban cagándola, mamoneos judiciales...a todo esto creo que yo, y todos, ya nos estábamos acostumbrando, que no resignando.

Y de repente, entra por la puerta grande un chaval con cara de no haber roto un plato en su vida, del que hablan absolutamente todos los periódicos, telediarios y medios más o menos serios de internet. Un chaval, dicho sea de paso, del que lo primero que pensé cuando vi una foto fue "cara de listo no tiene". Gran error el mío.

Por lo que he ido conociendo, en una sucesion sin fin de episodios surrealistas, el chico en cuestión no sólo es listo, sino espabilado hasta decir basta, me atrevería a decir que es uno de los genios de nuestro tiempo. Si no, no me explico como un crío, con expresión de vivir con la cabeza en las nubes, pudo llegar hasta donde le dió la gana en la vida con sólo veinte años y sin más estudios que los básicos.

O eso, o en realidad es lo que la gran mayoría de nosotros sospechamos, y es que el niñato tiene uno o varios padrinos, que le han ido aupando, y que ahora esconden la cabecita cuando se han dado cuenta de que el tal Francisco Nicolás (Fran para los amigos) está ligeramente trastornado y se ha creído que es James Bond en carne y hueso.

Ayer (a pesar de que me estaba quedando frita) estuve viendo el especial de televisión que han hecho sobre el personaje. Aunque el programa me lo tomo con toda la reserva del mundo, me entraba la risa floja al escuchar al tal Fran diciendo que el presidente de la Comunidad de Madrid le organizó una fiesta de cumpleaños en su casa, o hablando del expresidente de cuyo bigote no quiero acordarme, como si fuera su tito (Jose, le llama...). Por no decir nada de la manera en la que salían por patas sus supuestos amigos en cuanto se les acercaba la cámara.

La repanocha vino ya cuando apareció un miembro de esa cosa que no se muy bien que es, llamada Manos Limpias, diciendo que el chaval fue a negociar con él para que se retirara la acusación contra la exinfanta doña Cris, y que en la conversación se habían ido intercalando llamadas que el muchacho decía que eran de su exmajestad en persona para interesarse por el proceso de negociación. De traca.

Lo alucinante de todo este tema ya no es que Francisco Nicolás haya llegado a ofrecer sus servicios para evitar que se rompa España negociando con los dirigentes catalanes (todo ello porque ama a este nuestro país y a todos y cada uno de sus habitantes), sino que TODOS, absolutamente todos sus interlocutores en este demencial viaje al narcisismo más delirante, dieran crédito a lo que les contaba, sin pararse a pensar como podía ese crío con cara de pardillo, haber llegado a tener permiso de las más altas instancias de la sociedad para meterse en todos los charcos posibles.

La conclusión que saqué de todo lo dicho ayer, es que, o estamos ante un genio del mal sin escrúpulo ninguno al estilo de Moriarty, o tenemos en el poder a la generación de inútiles, crédulos y estúpidos más grande que haya parido madre.

La verdad es que no se muy bien cual de las dos posibilidades me deja más intranquila.

Continuará.

1 comentario:

  1. Lo triste es eso, que continuará, no tú contando cómo te sientes, qué percibes, qué conclusiones sacas, si no toda esa matraca mierder. Ánimo Mother, disfruta de tus cosas cercanas y buenas. Intenta que no te machaque todo lo malo.

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